Tarot de la Luz

jueves, 13 de julio de 2017

Crónicas Chuchetas 16: Envidia, maldá y demases.

En esta pega del Tarot me preguntan mucho acerca de la envidia, trabajos de magia negra, maldiciones y un sin fin de cuestiones llenas de miedo.

Para empezar, yo creo en el Amor y en la Luz, lo que me hace inmune a los trabajos que buscan perjudicarme. Porque me han hecho, pero como no pesco, no me pasa nada. Entonces le doy el mismo consejo a mis consultantes: el Amor es una energía tan poderosa, que las malas intenciones no tienen cabida.

Respecto a la envidia, na que hacer poh. Si el otro te tiene tanta envidia hasta el punto de odiarte (porque pasa), Hoponopono a la vena y listo. Al respecto me gusta esa frase "no es mi problema la opinión que los demás tienen de mí". Cuando alguien te tiene mala por el sólo hecho de existir una, hay que tomarlo como un regalo de aprendizaje: preguntarnos el porqué me importa tanto, si acaso quiero caerles bien a todos (onda moneda de oro) y listo.

Y para este tema ocupé esta frase que encontré navegando, y que me gusta para explicar la cuática que se hace con el karma, la magia negra, la envidia y todas esas emociones que nos hacen bailar con las bajas energías, tan lejanas al amor.

Me gusta explicar lo que a una le pasa en la vida como el mar, así en mi volá pisciana. Todo lo que yo hago, digo, pienso, deseo, son ondas energéticas. Si yo al mar le tiro basura, ¿qué me devuelve? Peces muertos, sólo la misma basura que yo le tiré. Entonces si yo actúo pelando, mirando sólo los defectos a los demás, onda que la loca se va y los que se quedan ni esperan dos minutos para hablar mal de ella, es muy probable que sólo ese tipo de personas, ese tipo de energías, rodeen mi existencia.

Entonces a una le va como es nomás. Mi casa, mis amigos, la forma de ser de mis hijos, la forma de relacionarme con mis vecinos, la manera en que trato al conserje, a los cajeros, a lolo del supermercado, al curao que pide, al pobre que pide, habla de mi. Y eso son ondas energéticas, eso es dar para recibir, eso es la ley de la atracción. Terrible de papa.

El Karma, por su lado, no es un castigo, es un aprendizaje. Tiene que ver si uds creen o no en las vidas pasadas, o paralelas. Para mí son verdad, son una certeza. Y cuando me pasa que me encuentro con alguien que me agarra mala por razones que no comprendo, supongo que es energía que viene de otras vidas y aplico Hoponopono, para sanar desde el Amor y la responsabilidad. ¿Y qué gana una con eso?, se preguntarán. Humildad, que tanto me cuesta por la chucha.

Y así con el miedo poh. Y con los que meten miedo. No saen na que el Amor está ahí, esperándonos para llenarnos de luz y fe.

lunes, 10 de julio de 2017

Crónicas Chuchetas Espirituales 15: Terrible víctima.

Cuando miro para atrás mi vida, me da risa lo víctima que era, lo adicta que era al sufrimiento y lo ciega que estaba frente a mi realidad. Tanto color por tan poco. 

Es que odiaba mi vida y a mí misma, pero no cachaba eso. Porque la vida me llevaba nomas, las cosas pasaban, y yo, como buena víctima, no me hacía cargo de nada. Las cosas eran así, y yo puro sufría y puta que gastaba energía en eso.

Me demoré muchísimo tiempo en verlo. Al principio fue bien al peo, casi de casualidad. De hecho recuerdo mi cumpleaños número 33 (tengo 44 actualmente) como uno de los más felices y en donde sentía que podía hacer lo que yo quería, cosa que hice. Fue el principio de tomar mi vida por las riendas y hacer un poco lo que yo deseaba, sintiéndome más feliz y plena.

El tener a mi hija a los 36 también ayudó mucho. Eso de dejar de mirarse el ombligo y velar por otro te hace entender hartas cosas, aunque hay gente que hace lo mismo sin tener un hijo, así que el mérito es para mí hombrón que me insistió muchísimo para tener un hijo, porque a mí me daba miedo. Entera víctima.

Y ahora que no culpo a nadie de mi vida ni de las gueas que me pasan, me gusta harto. Porque tengo el poder de decidir cómo me siento, que me afecta o no, puedo poner a mis padres de verdad en mi corazón y darles las gracias por todo el amor que me entregaron y que siguen haciendo, o si alguien me enoja darme cuenta que le estoy pasando el poder a otro, y así poh, dueña de mis decisiones y de lo que genero a mi alrededor.

Es la raja dejar de culpar a otros, es la raja ser la dueña de mi.

Lo recomiendo por la chucha.

jueves, 6 de julio de 2017

Crónicas Chuchetas Espirituales 14: Sapeando Facebook.

En general hago ene cosas en el día, y no tengo mucho tiempo para navegar por Facebook, pa sapear las fotos y lo que la gente escribe. Pero como mi hija ha estado con un cuadro de parainfluenza y yo caí también un poco, tuve que suspender clases y dedicarme al ocio, con el cuerpo un poco adolorido eso sí.

Entonces navegué caleta por el Face, como le dicen algunos. Pude leer cómo la gente putea, juzga, reclama, se cree la dueña de la verdad, o se esconde en puras imágenes de la familia piloto.

Me parece la raja, si cada uno hace con su Facebook lo que se le antoja.

Lo que sí me llamó la atención es la cantidad de creencias que existen en torno a la vida espiritual o el ser espiritual. Le pongo cursivas con intención, porque ya somos seres espirituales con cuerpo humano, no hay nada más que hacer que vivir la vida nomás.

A lo que voy: leí cualquier meme de que ser espiritual es esto, lo otro y que blabla. Que es malo esto, que es bueno esto otro, que fluye, que aléjate, que suelta, que cree, que no cree, que esto sí y que esto no.

Chucha la gueá, pensé, ¿Y cuándo puedo ser persona, ah? Si a esa gueá vinimos poh, a vivir la vida. Ahora si a medida que voy sanando le pongo consciencia, bacán. ¿Cómo consciencia?, se preguntarán. (digo yo). Primero, salir de la victimización, de a poco, partiendo por nuestra historia familiar. Luego, entender que cada acto, palabra, pensamiento genera una ola de acción. Es decir que si vivo pelando, odiando, juzgando los demás, no se extrañe si su cosecha será algo parecido. Para este respecto,me gusta ese dicho: "Siembra vientos y cosecha tempestades".

A mi me gusta vivir la vida con consciencia, con discernimiento, y eso que igual me condoreo ene pal color que le pongo. Las cago igual, me enojo, rabeo, siento envidia, me dan ganas de mandar todo a la chucha. La diferencia es que eso no domina mi vida. Dejo que esas emociones fluyan en mí, pero no dominan mi día.

Y todo esto lo pensé de puro sapa.


miércoles, 14 de junio de 2017

Crónicas Chuchetas Espirituales 13: Estoy devastada.

No soy yo la devastada, sino que uso la frase de algunas clientas.

Si no cacha que significa, es destruída.

Ocurre que las mujeres tenemos un sexto sentido que la mayoría de los hombres no, entonces cuando el loco anda mirando para el lado o de frentón acostándose con otra loca, una ya sabe, ya lo intuye. Siempre. Y cuando la mujer no  ha cachado, es porque no ha querido, a optado por hacerse la loca, la ciega. Situación que yo respeto, pero siempre hay señales.

Entonces cuando ya el Universo (en forma de una foto, de un mensaje de texto, de un cagüin) te lo muestra, me escriben que están devastadas, que no pueden parar de llorar.

Y  más que escribir acerca de la infidelidad o lo ciega que a veces nos ponemos frente a lo obvio, me llama la atención el rechazo al dolor y al llanto, sea por la razón que sea.

Lo que he aprendido en mis 44 años (a mucha honra) es que si una llora sin parar no pasa nada; al contrario, después sientes alivio y menos angustia.

¿Qué problema hay con sentirse devastada, devastado? ¿Qué problema hay con sentir pena, angustia, dolor, sentir que la vida se destruye? Mientras antes una abrace esas emociones, será mucho mejor. No se va a pasar la pena, la angustia puede que siga ahí, la tristeza también, pero no queda otra.

¿Entonces pa que una sufre, ah? Se preguntarán. Sufre por hacerse expectativas, por desear  algo que jamás pasará, por esperar que el otro me haga feliz, por culpar a mis padres de la vida que tengo hoy, o a algún ex, o a un jefe, al vecino, etc, etc. Hay gente que vive culpando al otro toda la vida, y otras se hacen cargo, aprenden, dan las gracias y crecen. Porque como el tiempo no se puede volver atrás y no se pueden hacer las cosas diferentes, es mucho más sano aceptar y aprender, si me lo preguntan a mi. Y reírse de una, sirve caleta.

Hay que abrazar el dolor, darle las gracias, preguntarle qué tengo que aprender, en qué parte del camino no quise ver lo obvio, cuál es mi responsabilidad en los hechos, y si tengo que andar un par de días sintiéndome como el horto, no hay problemas. Es parte del camino, del ser humano.

Aunque los verdaderos devastados, esos que llevan la procesión por dentro, no lo dicen. Esos que han sufrido terribles pérdidas, dolores en su niñez, abandono, pobreza, falta de oportunidades. A esos valientes se les nota en los ojos.






miércoles, 24 de mayo de 2017

Crónicas Chuchetas Espirituales 12: El guerrillero de Facebook.

Este será un post de desahogo, les aviso de una. Porque a pesar que trabajo en integrar mi sombra, medito y todas esas cosas "espirituales", igual hay situaciones que me molestan, por el transfondo que muestran.

Ya van a cachar a qué me refiero.

Llamo "Guerrilleros de Facebook" (o cualquier red social) a esas personas que copian y pegan esos posteos acerca del suicidio (mi puerta siempre estará abierta..) o eso de andar con un abrigo en el auto para pasárselo a algún viejito que viva en la calle, o algunas cadenas que te mandan por interno de poner un corazón o palabras en contra del cáncer, Síndrome de Down y otros afines.

No me malinterpreten (o guea de ustedes lo que entienden, si al final cada uno escucha según su herida). Conozco personas que hacen efectivamente muchas cosas a favor de todas las causas que nombré; que junto con publicarlo en el Facebook, lo hacen como parte de su vida.

Y a eso voy. Porque ¿de qué chucha te sirve publicar gueas amorosas si con cuea saludai al conserje de tu edificio o de tu pega? ¿Qué sacai con decir que las mujeres debemos ser hermanas si andai hablando mal de tus conocidas? Y podí tener lleno tu auto de abrigos viejos pa los tatas que viven en la calle, pero cuando ves a un mendigo no eres capaz de darle $100 pesos porque crees que es un flojo qlio.

Me pasa que me molesta porque para mí es una gran verdad que el cambio comienza en uno, y después chorrea pa los demás. No saco nada con publicar en el Facebook sobre el amor, la bondad, qué ganas de estar en una plaza, de cómo criar niños felices, que respeto a la diversidad, suma y sigue, sino lo soy y, pa peor, ando reclamando y puteando porque el otro no lo es, o no lo hace.

Al final, en todo caso, cada uno postea la guea que quiere en su Facebook o red social. Y yo seguiré reclamando y viendo a personas que siguen buscando fuera, lo que está adentro.



miércoles, 17 de mayo de 2017

Crónicas Chuchetas Espirituales 11: Otra cosa es con guitarra.

Este famoso refrán se lo decía el abuelito de mi hombrón, cada vez que en su adolescencia reclama o daba alguna opinión: "Mijito, otra cosa es con guitarra."

Una con los años se avispa y se da cuenta que la otra frase, "por la boca muere el pez", también es terriblemente verdadera.

Por eso me gusta unir las dos.

En mi consulta de Tarot me toca recibir mucha gente con el ego adolorido, porque les quedó la cagá en la vida por hacer cosas que antes criticaron de otros. Por ejemplo cuando recién son mamás, o cuando andan como guata de callo detrás de un loco (quien no), cuando recién viven  un duelo, cuando abren los ojos y se dan cuenta que no eran unos pocos copetes, sino que hay un problema de adicción, entre tantos otros ejemplos.

Es que es refácil llegar y opinar, ¿onofre? Es tan fácil llegar y decir que la mina es tonta, que ella se lo buscó. O que el curao que está en la calle no tiene fuerza de voluntad y que por eso es así, válido para los obesos o anoréxicos. O que no veo a esa persona triste, si se le acaba de morir la mamá/abuelita/papá/pareja/hijo, asi que  no debe estar sufriendo tanto.

Puta que fácil. Y qué irresponsable.

Como dice un meme que leí por ahí, el Karma es una perra sólo si tú lo eres. (En inglés: Karma's only a bitch if you are).

Porque pasa que después te pasa, y hasta ahí quedaste. Vives tu primer duelo, vives tu primer desamor, te vai a  la cresta con la ansiedad y engordas, o te pones bueno para tomar, y te acuerdas de cómo hablabas mal de otro, siendo que ahora estás haciendo exactamente lo mismo.Y entiendes eso de "otra cosa es con guitarra".

Seamos sinceros, hablar puras gueas y pelar al otro todo el día es puro gastar energía en la vida y tirar malas vibras porque sí. Porque lo que yo digo del otro habla de mí, de mi corazón, de lo que tengo en mi interior.

Abracemos el silencio, no opinemos sin saber, dejemos de juzgar a terceros. La dura que ayuda muchísimo en la paz mundial, onda Miss Universe.

miércoles, 3 de mayo de 2017

Crónicas Chuchetas Espirituales 10: Pasarle tu poder a otro.

A veces recibo clientas que tienen una Tarotista de cabecera, a quienes le preguntan todo, o cuando les asalta una duda, les consultan que onda.

También he recibido clientas adictas al Tarot, esas que se lo leen todas las semanas con distintas Tarotistas, buscando no se que cosa.

Y obvio, llegan también esas que han ido a alguna loca que trabaja con el lado de la maldá y hacen trabajos y gueas con magia negra, onda pa que el loco se de cuenta que tú eres la mujer de su vida o tus enemigos vuelvan de rodillas a tus pies, que se yo.

En todas estas situaciones, les explico que lo único que una logra es entregarle tu poder personal a otra persona.

Tengo como política de la empresa, por decirlo así, no aceptar clientas adictas, ni tampoco contesto preguntas, fuera de la sesión. Lo de la adicción al Tarot ya lo expliqué, y eso de contestar preguntas no me gusta porque las cosas siempre son un todo; detrás de una pregunta siempre hay otro asunto que resolver y que requiere tiempo: trabajar la paciencia, la ansiedad, bajar las expectativas, aceptar las cosas como son, entre varias otras.

Todo tiene que ver con que defino mi Tarot como Espiritual, en esa volá. Es decir, para sanar. No soy adivina, no soy un gurú, no creo que si un loco vuelve tu vida será la raja o si a la persona que odias le va mal tu vida será lo máximo.

El Tarot es un maravilloso libro de autodescubriemiento, que te muestra la verdad, cosa que duele y que enoja, muchas veces. Te muestra las heridas que no has sanado, tus inseguridades, y también las cosas la raja que todos tenemos.

Por eso es muy importante no caer en esa trampa de creer que necesito un gurú, un Tarotista de cabecera, a alguien a quien preguntarle qué chucha hago cuando no tengo idea que chucha  hacer. Muchas veces lo único que queda hacer es nada, esperar que el tiempo pase, que todo se asiente, respirar y respirar.

El verdadero gurú o maestro es aquel que te deja libre, para que una se arriesgue y aprenda solita a usar lo que ya sabe. Todo lo demás, para mí, no vale.


miércoles, 19 de abril de 2017

Crónicas Chuchetas Espirituales 9: El Silencio.

Buscando material para subir a mi página (puede buscarme en Facebook como Claudia Corazón Feliz), encontré un texto taoísta acerca del silencio.

El arte de quedarme callada y escuchar al otro lo practico en la sesión de Tarot, porque muchas veces las personas sólo vienen a hablar y les gusta que alguien los escuche sin emitir juicio ni condena de ningún tipo. Se me hace más fácil y es parte de mi trabajo como Tarotista.

Pero en el día a día ha sido la media pega.

Todo tiene que ver con mi ego, que me hace creerme la mejor y que lo que sale de mi boca es lo máximo. Onda que tienes que escucharme, lo que yo digo es lo número uno.

En octubre del 2014 viajé al Cusco, y estuve 4 días a 4.900 metros compartiendo con los Q'eros, esta maravillosa comunidad que se consideran los últimos incas. Este viaje da para otro post, pero dada mi angustia y/o cargo de conciencia por dejar a mi hija de entonces 4 años tantos días sola, más lo cuática que soy, el sobrepeso que tenía (tema para otro post), me dio una puna heavy metal y no podía hablar en el Cusco los primeros días, porque me faltaba oxígeno, y a 4.900 metros menos.

Fueron alrededor de 7 días en que tuve que guardar silencio, y observar, acatar, o llorar, como cuática que soy con las emociones. Pal que cacha, mi luna en piscis me hace ser mega víctima, entonces el llanto del porqué a mi me sale solito, sin esjuerzo.

Tuve que quedarme callada tantas veces sin poder expresar mi opinión en una discusión, y no pasó nada. Al final, aprendí que si me quedaba en silencio podía controlar mejor mi respiración, y no desperdiciar el poco oxígeno con palabrería.

Ahora trato de hacer lo mismo. Cultivo el silencio. Porque no es fácil, por la cosa del ego. Y a veces no me resulta y llego y mando a la chucha, si soy humana y la disciplina no ha sido mi fuerte;  es otra cosa que estoy cultivando.

El silencio ayuda a no cagarla, te obliga a escuchar al otro de verdad, te puedes mirar con detención y es más fácil reírnos de nuestro ego.

Porque ¿quién soy yo para intentar convencerte que mi verdad es mejor que la tuya? ¿Quién soy yo para creerme tan importante que tengo que hasta que elevar mi tono para ser escuchada?

Nadie poh loco, nadie. Y todo a la vez.

Esa onda con la espiritualidad, donde todos somos uno, y el uno es tan importante.

Un abrazo vale más que mil palabras, o una acción hace que todas las palabras lindas se vayan a la chucha.


miércoles, 12 de abril de 2017

Crónicas Chuchetas Espirituales 8: Aceptación.

Se han puesto de moda varias palabras este último tiempo, como fluir, gratitud, aceptar, emponderarse, resilencia y otras que no me acuerdo.

Esta vez voy a entrar a picar en la aceptación.

¿Qué es aceptar algo? ¿Por qué es importante hacerlo? Para mí, porque te dejai de gueviar y victimizarse. Acepta que el ex es como el horto y que no va a cambiar. Acepta a tus padres, porque el amor que te entregaron fue el único que conocían. Acepta que existe la maldad, la envidia, la gente que se pone feliz cuando al otro le va mal. Acepta todo eso y se acaban los rollos mentales.

Y puta que es difícil, puta que cuesta y puta que dan esas pataletas cósmicas, como les llamo yo.

A la consulta de Tarot llegan muchas mujeres y hombres deseando que su pareja cambie, aunque sus amigos estén chatos de decirle que eso no pasará. Entonces viene el sufrimiento, la victimización en algunos casos, la tristeza y la rabia. Algunos aceptan, otros no y viven eternamente frustrados y amargados.

Para mí ha sido un gueveo el aceptar. Primero, porque tuve que mirar lo que no había visto bien, como malas intenciones, envidias y traiciones. O simplemente, mirar que el otro siempre había sido así y yo era la única agilá creyendo que no, que no era para tanto. Y me dolió, porque puta que lata poh. Puta que lata lo gueona que fui, lo increíblemente ciega que quise ser. Entonces sufrí, sufrí, sufrí. Y después que salí de ese hoyo me puse a analizar, y caché varias cosas.

Una de las cosas que pude ver fue mi ego, porque ese gueón es el único herido. El resto, estamos intactas. Esa auto importancia es lo que más molesta para aceptar los hechos de la vida, las personas tal como son. Y en eso estoy, aceptando mi ego herido, canalizando la rabia, meditando como loca y pidiendo discernimiento para ver con claridad. ¿A quién le pido? A mis maestros poh, si soy terrible de espiritual.

Volviendo a la aceptación, la encuentro la raja para comenzar a sanar las heridas, todas, cualquiera de ellas. Porque cuando miras al otro u otra que te "hacía" sufrir, ya no duele, porque sabes las razones de esa persona para ser así, y ya no pides que cambie, sino que aceptas como es, aceptas lo que ocurrió y de paso, te llevas una gran enseñanza: ojo con las expectativas.

Aceptar es la gran pega, pero puta que vale la pena.

martes, 11 de abril de 2017

Crónicas Chuchetas Espirituales 7: Dejar de sufrir.

Me preguntan harto en la consulta de Tarot qué cuánto tiempo van a sufrir, o si van a dejar de sufrir luego, o que se puede hacer para sufrir menos.

Estas preguntas nacen porque nos han enseñado que sufrir es malo, porque esos comerciales de "chao jefe" y premios millonarios siempre muestras a un feo llenos de mujeres en bikinis en la playa, porque esa debe ser la felicidad según los medios.

Y yo conozco gente que le carga la arena, no le gusta bañarse en el mar y que le gustan los hombres, como a mi. Ni ahí estar en la playa con puras minas, entero fome.

En fin, la felicidad no es esa, sino toda la vida sería un asco. Onda que levantarse temprano y tener obligaciones es lo peor del mundo, porque ser feliz es estar en la playa y no hacer nada. Igual es bacán el ocio, a mi me encanta.

Entonces nadie nos enseña a vivir el dolor, porque cuando tenemos pena nos dicen que no tengamos y nos dan un dulce, asi que pa mas recuea tapamos el dolor con la comida.

Yo no cacho si lo hago bien o mal, pero cuando mi hija tiene pena le digo que llore y que la saque, la abrazo fuerte y la dejo llorar.

Aparte que muchas veces la pena tiene que ver con las expectativas,  porque me imaginé que el trabajo iba a ser el mejor del mundo, o que el hombre o la mujer sería lo que siempre he soñado. Y el llanto viene por una, porque todas esas ilusiones se caen y duele el tener que aceptar que las cosas no son como lo soñé.

La noticia es que se puede dejar de sufrir, más rápido o lento según de qué se trate, por supuesto. Si mantengo la ilusión que él cambiará, que ella se arrepentirá, entonces cagaste porque vai a sufrir caleta. Pero si eres valiente y miras la vida de frente y te das cuenta que son sólo sueños, o incluso que quieres que otro te haga feliz y no te haces cargo de tu vida y puro reclamas porque el otro no es como tú quieres porque nunca  lo será ni lo ha sido, entonces sufres menos tiempo. Y tiene que ver con perdonar, con soltar el rencor que tanto pesa, con dejar de victimizarse, que pobrecita de mi y esa cosa latera que tanto hice por la chucha, ni yo me aguantaba.

Mi consejo es sumergirse en el dolor, hasta bien abajo. Mirarlo, llorar, putear, rabear. El tiempo que sea, porque no pasa nada, Y de poco se va pasando, va doliendo menos, voy entendiendo, aprendiendo, creciendo como ser humano. Entonces cacho que el dolor ilumina, que ya no soy una pobrecita que le pasan cosas, y la vida vuelve a brillar.


jueves, 6 de abril de 2017

Crónicas Chuchetas Espirituales 6: Gracias muerte.

Siempre les digo a las clientas que contesto de todo en la sesión de Tarot, menos preguntas acerca de la muerte, porque me las hacen, onda ¿cuándo se va a morir mi papá, mi suegra, mi abuelita?

No las contesto porque es información que no me parece que ayuda en nada, porque no estamos preparados para la muerte.

La vida ha querido que tenga experiencia en el tema, lo que me ha servido para ayudar a harta gente en la etapa de shock, en esos velorios tristes, en esos funerales tan llorados.

¿Qué puede hacer una para aliviar el dolor del otro? Nada. Nada de nada. Un buen consejo es no decir gueas, como por ejemplo que la vida pasa rápido, o que mira lo que tienes, o que no llores tanto, o comparar el dolor del deudo con otro (muerte de mascota o de alguien lejano, por ejemplo). Lo he escuchado y me ha pasado, porque obvio que en el momento de máxima pena sé que tengo una linda familia, lindos amigos o hijos, pero igual tengo pena y que tanto.

Me da la idea que la gente no quiere conectarse con su propio dolor, por eso quiere que se le pase luego al que lo está sufriendo. Pero el dolor está ahí, y duele incluso el cuerpo, se siente físicamente. Y no queda otra que vivirlo, no queda otra que hundirse en el.

Entonces la única manera que una puede ayudar es con cosas prácticas, si me preguntan a mi. Onda llevar comida congelada para varios días, preocuparse de las mascotas, de los niños, o solo acompañar una once con pan con palta, en silencio y dejando que el deudo llore, se enoje, hable de los recuerdos, y una ahí, en silencio, sólo acompañando.

También dar un abrazo apretado, con harto amor, ayuda. Y cuando todos se vayan y dejen al deudo con su dolor, acercarse. Porque al principio todos te van a ver y te ofrecen ayuda, pero luego cada uno continua con su vida y ahí es bueno ir a acompañar.

Gracias muerte porque nos recuerdas que la vida es amar y demostrarlo, que los pajaritos están ahí, solo basta levantar la cabeza de esas preocupaciones gueonas que tenemos, y disfrutar con lo sencillo.

Y a todos que hemos pasado por el trance doloroso de una muerte inesperada, un abrazo con mucha fuerza. Se sale de ahí, se aprende a vivir con ese dolor. Porque he tenido la fortuna de conocer gente maravillosa, que ha sufrido las muertes más tristes y dolorosas, y que me han dado grandes lecciones en la vida.

Gracias muerte por lo que nos muestras a quienes quedamos aquí, pelando el ajo con amor.

miércoles, 5 de abril de 2017

Crónicas Chuchetas Espirituales 5: El Lollapalooza.

El hastag que podría representar a mi hombrón sería #novivosinlamusica, porque el loco va a cuanto recital puede. De hecho le digo que le falta puro ir al del Pollo Fuentes o al de Pablito Ruíz.

Entonces, compra con cualquier anticipación las entrada del Lollapalooza, sin saber siquiera quien chucha viene.

A mi me gusta la música, pero no soy fanática de nadie en la actualidad y escucho harto mantra en el día, gracias a Spotify y a mi vida espiritual (puede leer lo último en tono irónico).

Las tres veces que he ido, nos vamos directo al Kidzapalooza. Mi hija ama el gueveo y sentirse en libertad, y lo pasa chancho. Además que el recinto está hecho para los niños, es todo mágico, pueden hacer un montón de actividades, no se puede fumar y vimos 31 minutos hace como tres años atrás. Es la raja para los niños, en serio.

A mi me gusta el ambiente general del Lollapalooza. Sí, es un festival comercial. Sí, es caro y son barsas con el asunto de las comidas y los bebestibles. Y sí, va harto de cartón, o como decíamos en mi juventud, poser.

Este año ya no había tanta corona de flores en el pelo, por ejemplo. Harto short de jeans en las lolitas, como diría mi mamá. Harto sombrero negro de ala ancha, harto poser la verdad

Puta, a mi no me molestan. Nada de nada. Creo que si existe gente que va porque es moda y se arregla, bacán poh. Si hay gente que va por la música de verdad y además lo pasa la raja, más bacán aun. Si de eso se trata la vida, onofre? Hacer lo que creo que me hace feliz. Y todas algunas vez fuimos adolescentes uniformadas con las amigas o amigos.

Lo que me gusta de ir a recitales en general, es el ambiente que se genera con los fanáticos de verdad, esos que cantan todas las canciones y se emocionan de escucharlas en vivo. Puta que me gusta esa energía, porque la gente se libera y se deja llevar por esa sensación, en libertad. Y como seré de buena mujer que vi a Metallica, con puros fanáticos, y los locos tocaron como dos horas y no se iban renunca porque son enteros sencillos y daban las gracias al público, pero yo me quería puro venir a acostar porque puta que me dolían las patas.Y no me gusta Metallica, merezco un altar loco. 

El domingo amanecí cansada, pero llevamos chalcito y nos tiramos en el pasto bajo los árboles, mientras nuestra hija jugaba con los niños que puro pelusean. Vi a Duran Duran (que tocaron temprano) y a las 21 hrs estaba acostada, lista para dormir. Mi hombrón se quedó hasta el último porque #novivosinlamusica y yo nicagando, me pongo idiota y nadie me gusta tanto como para estar mil horas parada esperando, no gracias. 

Fue un gran finde, distinto, mi hija esperando el próximo Lollapalooza, mi hombrón cansado a cagarse (como siempre le pasa pero ya saben #novivosinlamusica) y yo me resfrié, esa onda con los 44 años de edad. 

Me gusta la alegría que se vive, la buena onda, la emoción de los fanáticos, los poser que igual terminan escuchando y aprendiendo de nuevas o antiguas bandas, de ese Santiago tan tonto grave a veces, que se pone feliz y se desordena un poco.

De todas maneras prefiero ir donde hay asientitos. Porque puta que  me canso tanto de pie y puta que me pongo apestosa cansada. Cosas que pasan con la edad, supongo.

viernes, 31 de marzo de 2017

Crónicas Chuchetas Espirituales 4: El gueveo del celular

Lo reconozco, soy manos de hacha. Me lo decían de niña y se cumple a veces, como con mis teléfonos móviles. Se me caen, se les rompe la pantalla, se me vuelven a caer. Les compro de esas cagás para protegerlos, que igual me han ayudado, pero igual se me caen y se les triza la pantalla, que no es tan grave como cuando se hacían mierda.

Mi último teléfono lo comencé a usar en septiembre del 2016, y lo amé. Es de los caros (no iphone, no los entiendo) y hasta viene con un lápiz para anotar. La raja al momento de hacer una lista de compras.

Ya le había trizado la pantalla, pero no se le notaba. Supongo que con los golpes que casualmente le daba, cagó la parte esa de abajo por donde se carga. Hasta que ayer, no me cargó más.

El teléfono es mi oficina portátil, así en volá. Contesto mensajes, Whatsapp, uso la agenda (no soy nadie sin agenda loco!) y saco fotos a mi hija, o a los perros o a los gatos o a cualquier cosa, total somos todos fotógrafos con el Instagram.  Asi que igual entré en pánico y me dio más rabia que la chucha que el teléfono caro durara tan poco. Bueno ya, me durara tan poco.

Tenemos teléfono en la casa, lo dejamos después del terremoto del 2010, en caso de cualquier cosa, asi que por ese lado no estoy tan incomunicada. Y el computador para revisar mis mensajes.

Hoy en la mañana partí con la cara llena de risa (no) al Costanera Center y sus alrededores a solucionar el problema del teléfono. Y tenía ganas de hacerme las uñas con una lola que trabaja en una peluquería en el primer piso del mall, que la encuentro seca y sólo me las hago con ella. Esa onda de mañosa.

Me fue como el horto en todas partes con el celu, pero me hice las uñas igual, si total daba lo mismo si me demoraba o no en ir al servicio técnico. Puta que se me ven lindas con el degradé en azul, lo amé.

Partí al servicio técnico resignada y ahora sí cagá de la risa, porque siempre digo que lo único que no tiene solución es la muerte y la muerte de un celular se soluciona comprando otro, que tanto.

Como no tiene garantía se demoran de 3 a 5 días en llamarme para avisarme qué tiene, y otros 5 días en arreglarlo. Tuve que dejar $10 lucas por eso y me vine a almorzar, que otra cosa iba a hacer.

Mientras espero los 10 días (zzzz) y quizás cuantas lucas me va a salir (porque le van a cambiar la pantalla trizada de pasaita) usaré el iphone viejo de mi hombrón. Vamos a ver como sale.

Lo que aprendí hoy es que a pesar que caminé caleta por Providencia, salí con uñas lindas. Broma. Aprendí que es mucho mejor andar sonriendo a pesar que las cosas no resulten como una quiere, tirar la talla con la gente que te atiende como robot, y que si tengo que andar sin celular unos días, mala raja nomás.

jueves, 30 de marzo de 2017

Crónicas Chuchetas 3: No podemos ser más de algo que ya somos.

Cree este blog con la finalidad de mostrar varias cosas, pero sobre todo que la vida espiritual es tan sencilla, simple y que puede llevar garabatos, como es mi caso.

Medito todas las mañanas, tengo un cojín especial para hacerlo, uso un Japa Mala (el rosario budista de 108 cuentas), pero antes de sentarme a meditar, barro la entrada de mi casa, riego el jardín, barro la vereda. Y antes de eso, me levanté a las 7 de la mañana porque voy a dejar a mi hija de 7 años al colegio.

Trabajo en mi página, leo el Tarot, almuerzo, ordeno, escucho música. A veces voy a al supermercado, a la feria o me hago las uñas. También me junto con mi mejor amiga y hacemos unos desayunos que terminan a las 2 de la tarde. Voy a buscar a mi hija al colegio, y si en las tardes no estoy haciendo clases, leo el Tarot.

El finde es más relajado y me lo tomo así también. Nos gusta harto salir (mi hombrón, mi hija y la suscrita) y  juntarnos con amigos de corazón.

Y dentro de todas estas cosas que hago, soy espiritual y vivo mi vida espiritual.

Es que me pasa una guea súper contradictoria: veo y leo a mucha gente que vende la pescá que ser espiritual es poco menos que ser santo, así como los de iglesia. Onda que no te puedes enojar, no puedes comer determinadas cosas, no puedes decir ciertas cosas y meten susto con el karma.

Yo no creo en eso y  me carga. Y la contradicción que tengo es la siguiente: que tengo que andar opinando yo de los demás y cómo quieren vivir su vida espiritual. Pero lo hago y lo pienso poh.

Todos somos seres espirituales. Todos sin excepción, hasta el gueón malo y la gueona loca. Esa es su experiencia de vida, y si se nos cruzan en el camino, más nos vale aprender la lección y estar atentos, para no caer en la victimización, que nada que ayuda.

Entonces si todos somos seres espirituales, ¿Pa que chucha una medita? ¿Pa que chucha una trata de llevar una vida con más bondad, con más amor, con más compasión? Porque así lo elegí en este camino, porque ya hay cosas que  no me interesan ni por asomo, y porque esta es mi verdad y puta que me gusta.

En resumen: somos todos seres espirituales, el Padre (el Universo, el Creador, Dios, póngale el nombre que quiera y le acomode) nos ama tal como somos, por lo tanto, no es necesario tratar de ser de cierta manera o dejar de comer ciertas cosas para ser "más espiritual", porque no podemos ser más de algo que ya somos.

El dejar de comer ciertas cosas o la necesidad de meditar o el cambio de intereses viene con el tiempo, no puede ser obligado o forzado, porque dura poquito. Tiene que nacer del corazón, es como una necesidad.

Yo medito en las mañanas porque es la manera que encontré de drenar mis rabias, mis penas, mi victimización. Porque como no me gusta la actividad física (que es otro medio de drenar), lo hago cómodamente sentada en mi lindo cojín.

Da pa harto el tema de la espiritualidad, sobre todo que se ha puesto de moda, en buena hora encuentro yo. Sin embargo, ojo con las creencias que meten miedo, que hay que comer ciertas cosas, que  hay que ser de cierta manera.

Sorry, son gueas. Que no nos mueva el miedo, sino el amor. Esa es mi verdad.

jueves, 23 de febrero de 2017

Crónicas Chuchetas Espirituales 2: Volver de vacaciones.

Cuesta volver de las vacaciones. Más que la chucha.

Este año nos fuimos a Horcón, como ahora creo jipi. Arrendamos una casa redonda para 12 personas en Cau Cau, con vista parcial al mar, en el bosque, más linda que la cresta, con barbecue como se le dice ahora, porque mi hombrón es terrible de parrillero.

Lo pasamos chancho, con los amigos de visita y bañándonos caleta en la yaplita, mirando el cielo estrellado y disfrutando el sonido del mar. Puta que nos sentíamos relajados y felices.

Llevo algunos de mis Tarot (tengo más que la cresta, ya les contaré), mis Runas y mis piedras, pero no leo nada de nada ni pesqué el celular ni ningún mensaje. Si las gueas son vacaciones. Y claro, amo mi pega y obvio que me gusta ayudar y blabla, pero en vacaciones me desconecto y si hago algún ritual es pa mi y mi hombrón, piola los dos, y también medito pero piola pa mi y puta que me gusta.

Es que pa mi el año termina en enero, no en diciembre como pa la mayoría de la gente. Porque en enero hago harta clase y atiendo harta gente, entonces febrero es mi real descanso y desconexión. Si la pulenta que tengo alma de floja y esa guea de estar en la hamaca (le llevaba hamaca la cabaña poh loco) sin pensar en nada, escuchando el mar, leyendo por placer, para mí es el paraíso y punto.

Asi que cacharán que la vuelta a Santiago estuvo silenciosa y llena de nostalgia. Mi hija loba de 7 años me dice: "mamá, me quiero estar bañando en el mar", porque obvio ni un brillo la piscina armada que tenemos en el patio.

Igual creo que una puede tener su propio paraíso en su casa, con plantas, armoniosa, con música que a todos nos guste, y es lo que trato de hacer, incluyendo recoger los mojones de los 3 perros todas las mañanas (el paraíso no debe tener mojones de quiltros) y que el estar en el jardín sea motivo de alegría y belleza.

Es que es rara la guea, porque me gusta Santiago, no me imagino viviendo en otra ciudad (por lo menos unos cuantos años más) y puta que es fome la playa en invierno, no anda nadie, y me cago de frio con la humedad. Entonces como que una nunca está contenta.

En fin, seguiré en esa búsqueda, como en tantas otras, si es la volá espiritual en la que estoy hace un rato poh.

martes, 10 de enero de 2017

Crónicas Chuchetas Espirituales 1: Hola cauras y cauros.

Siempre me ha gustado escribir. De chica. Mi primer diario de vida lo empecé a los 8 años, y de ahí no paré. Era mi forma de expresarme, de desahogarme y explicar lo que me pasaba.

No escribo en forma constante desde que nació mi hija, que ya tiene 7 años. Luego me dio por ser Tarotista, meterme en cuanto curso hubiese (que sanar a los ancestros, que sanar mis miedos, que sanar mis vidas pasadas, que sanar el ego, que sanar... ya ni me acuerdo) y menos tiempo tuve.

Sin embargo, decidí este 2017 no estudiar nada largo, y dedicarme a mi, a leer y a asentar lo que ya he aprendido.

Tengo cualquier libro que leer, de los temas que me interesan ahora, si soy terriblemente espiritual, obvio. El año pasado hice un curso la raja de astrología y necesito leer y comprender todo lo que vi, y que no he podido. Me he comprado libros la raja acerca del Tarot, sanaciones varias, Wicca, y este año los leeré.

No tengo idea si publicaré a cada rato, una vez a la semana o qué. Ahí iré viendo, si mal que mal soy pisciana y fluyo, ya saen ya.

Fuera de gueveo, tengo mucho trabajo, una hija que criar (mal criar siendo sincera), un hombrón con el que planeamos casarnos este año, una casa y la pulenta que me gusta tener tiempo libre, amo el ocio y el disfrute por la vida.

Mientras tanto, me sigo riendo de mi vida, del vuelco que ha dado, de las gueas que hablo y lo paso chancho igual. E igual sufro, si soy pisciana.