Tarot de la Luz

martes, 31 de diciembre de 2013

IV: De cuando fui secretaria.

Durante muchos años tuve como una angustia eterna porque no sabía qué hacer con mi vida. Me gustaba leer y escribir, estaba en los scouts y eso era todo.

Si me preguntaban que quería hacer, decía "escritora" cada vez más en silencio, porque jamás creí de verdad en mí misma.

Y bueno, estudié derecho 3 años  y cuando caché que no me interesaba más, mi papá me dijo: te pago una carrera más. Le di como chorromil vueltas y me fui al Manpower, donde estudié secretariado y -antes del año-, como fui buena alumna, estaba trabajando y ganando plata.

Ahora que lo escribo, al trabajar de secretaria más me odiaba: porque me cargaba la pega (me aburría todo el día encerrada), encontraba que las cosas por las que se preocupaban eran puras estupideces, soportaba apenas a vaaaaarios compañeros, y en el colmo de mi volá tenía ropa, aros, zapatos, carteras separados. Jamás me hubiese puesto una blusa del trabajo el finde. Mi vida personal era sagrada y el trabajo era lo que me daba el dinero para hacer otras cosas, las que realmente me interesaban.

¿Qué hacía con la plata? Carretear harto, y pagarme talleres literarios. Fui a varios, pero el que recuerdo con más cariño es el de Marco Antonio de la Parra, lo pasábamos tan rebien y apredí harto también. Incluso tuve una mención honrosa en un concurso literario, para mí fue lo mega mejor del mundo en ese momento.

En todas las pegas renunciaba y en todas me enfermaba de colon irritable y me daban esas licencias de tres días. Muchísimos lunes me fui llorando de angustia, otros días me sentía triste y oscura.

¿Por qué no me cambiaba de pega? Porque tenía miedo. El el miedo ha sido un gran compañero en mi vida.

Ya les contaré.

lunes, 30 de diciembre de 2013

III: El Tarot en mi vida.

La primera vez que me leí el Tarot tenía alrededor de 20 años y la verdad no recuerdo mucho que me dijo esa bruja. De esa vez no paré más.

Nunca fui dependiente de él para tomar una decisión ni tenía una tarotista a la que siempre iba. (Igual tuve un tiempo de ceguera y me pelié hasta con el Flaco Inri, pero esa es otra historia). Con el tiempo me leía el Tarot sólo para mi cumpleaños y salía igual de la consulta porque la bruja me decía lo que ya sabía.

Lo que más me gustaba de adolescente, onda 14 años, era la astrología, los signos del zodíaco y cómo influía en que una naciera tal día de tal mes. Espero en el 2014 estudiar astrología porque es otra de las cosas que me apasionan.

Lo del Tarot era un tema pendiente en mi vida Una vez fui un sólo día a un curso, y no volví más porque en el fondo me encontraba tonta y tenía miedo.

Me decidí después que nació mi chanchi, porque en ese momento supe que no quería volver a trabajar como secretaria. Y tampoco quería sólo ser dueña de casa. Comencé un curso con mi maestro brujo Pedro Engel. De ahí nacieron grandes amigas brujas y caché que leer el Tarot me salía solito sin mucho esfuerzo.

El Tarot es mi gran amigo y sanador. Cuando estoy cansada y recibo una clienta, después me siento mucho mejor. Y muchas clientas son mi espejo y a muchas les han pasado cosas parecidas que a mí, y así aprendo muchísimo de ellas.

Enseñar el Tarot es lo mejor porque se convierte casi en un taller de autoayuda. Yo las miro a todas contarse secretos, compartir preocupaciones, alegrarse cuando cuentan que "le achuntaron" a alguna lectura y sólo doy gracias por la gran oportunidad.

Pero no siempre fue así mi vida. Alguna vez trabajé muy amargada en una oficina.

sábado, 28 de diciembre de 2013

II: ¿Qué es la espiritualidad?

Así como definir la espiritualidad ni tanto, pero sí les puedo contar lo que yo creo

Pa' empezar, es la misma vida que una tiene antes. Si poh, pa que cachen yo tengo "nana" - la señora Mireya- una vez a la semana, pero yo lavo, cuelgo, doblo ropa, voy a la feria, al supermercado, a dejar y a buscar a mi chanchi al jardín, cocino, le doy comida a los perros, riego, etc, etc. No medito, como carne, tengo sexo con mi hombrón (ejalé), claro que no tomo ni fumo ni cigarros ni hierba.

El camino espiritual tiene que ver -según mi punto de vista- con tomar consciencia de mi vida. Tal cual. ¿Y qué es tomar conciencia? Para empezar, no culpar a otro por lo que te pasa. La victimización, que le llaman. Igual es pelúo este tema porque todos nos victimizamos, es refácil y porque así nos enseñaron. Cuando alguien se victimiza y yo lo veo, no le digo. Le muestro de alguna manera que lo está haciendo, porque cada uno lo ve a su tiempo. O no lo ve renunca y vuelve otra vez pa aprender, supongo yo.

Salir de la victimización es bacán y harta pega, pero puta que libera. Ya no puedo decir es que mis padres nunca me valoraron por eso... o es que siento que no merezco nada bueno por eso mi vida ...

La otra parte tiene que ver con aceptarse tal cual una es. Amor propio, valoración. ¿Cuántas frases del tipo una ve en Facebook, y las comparte, pero al momento de ponerte traje de baño/bikini te frustrai más que la chucha? Ya poh, eso es.

Lo otro que sumaré es agradecer la familia que tienes. Como dice mi Maestro Pedro Engel en Ancestrología: gracias mamita y papito por darme la vida, y déjate de gueviar.

Hace dos años que vengo trabajando en esto. Lo que más me ha costado es el amor propio. Porque yo juraba que me amaba y era entera aniñá y en el fondo tenía mucho miedo. En este proceso, caché que me odiaba a mi misma, así de fuerte.

En este caminar el Tarot ha sido un gran aliado, el leerlo y enseñarlo. No hay nada como este gran libro de sabiduría, el que me acompaña en este camino.

Porque aceptarse tal como una es no es nada de fácil, no se crean.

viernes, 27 de diciembre de 2013

I, primero, el principio, uno:

De chica me gustó escribir. Y leer. Era mi manera de expresarme y "echar pa' juera" todo lo que me pasaba.

Pero hace un año y algo que no escribo, casi nada. Es que no sabía por dónde empezar. Esa onda. Harto tiene que ver mi ego y la transformación en mi vida.

Pero ahora, que ya caché el porqué de este silencio "literario" (pongámosle así), me atreví a tomar la vida bloguera de nuevo.

Haciéndola terrible de corta, les cuento que comencé allá por el año 2005 mi primer blog que le puse Furiosa Canifrú, y lo pueden guglear si quieren. Está intacto, y representa una etapa en mi vida. Esa ya no soy yo, o sí, un poco.

Luego hice otro que también anda por ahí, si es que quieren leerlo, y le puse "escribo derecho con renglones torcidos", porque en ese momento di un vuelco en mi vida en 180 grados y caché lo poderoso que es "torcer" el destino.

Hace poco me creí la raja y pagué por un punto ceele, que se llamó "Crónicas Chuchetas" y durante dos años conté mi vida, pero como soy entera agilá pa las cosas del computador, se perdió todo. Pero no me importa, ¿para qué sufrir por algo que  no puedo deshacer?

Y este blog ha tenido como tres nombres. Todo por culpa de mi ego (siempre es bueno culpar a alguien). Entonces pensé: la que nace chucheta, muere chucheta. Ya no soy furiosa ni mi vida dio un vuelco gigante, la verdad es que tengo una familia a toda raja, amo de verdad a mi hombrón y hago lo que amo. Y tengo la hija más bacán del mundo.

Algo así les contaré en este blog.. Por eso ahora son las Crónicas Chuchetas Espirituales: sigo chucheta, pero mirándome en forma más consciente.

¿Y que es la espiritualidad al fin?