Tarot de la Luz

jueves, 13 de julio de 2017

Crónicas Chuchetas 16: Envidia, maldá y demases.

En esta pega del Tarot me preguntan mucho acerca de la envidia, trabajos de magia negra, maldiciones y un sin fin de cuestiones llenas de miedo.

Para empezar, yo creo en el Amor y en la Luz, lo que me hace inmune a los trabajos que buscan perjudicarme. Porque me han hecho, pero como no pesco, no me pasa nada. Entonces le doy el mismo consejo a mis consultantes: el Amor es una energía tan poderosa, que las malas intenciones no tienen cabida.

Respecto a la envidia, na que hacer poh. Si el otro te tiene tanta envidia hasta el punto de odiarte (porque pasa), Hoponopono a la vena y listo. Al respecto me gusta esa frase "no es mi problema la opinión que los demás tienen de mí". Cuando alguien te tiene mala por el sólo hecho de existir una, hay que tomarlo como un regalo de aprendizaje: preguntarnos el porqué me importa tanto, si acaso quiero caerles bien a todos (onda moneda de oro) y listo.

Y para este tema ocupé esta frase que encontré navegando, y que me gusta para explicar la cuática que se hace con el karma, la magia negra, la envidia y todas esas emociones que nos hacen bailar con las bajas energías, tan lejanas al amor.

Me gusta explicar lo que a una le pasa en la vida como el mar, así en mi volá pisciana. Todo lo que yo hago, digo, pienso, deseo, son ondas energéticas. Si yo al mar le tiro basura, ¿qué me devuelve? Peces muertos, sólo la misma basura que yo le tiré. Entonces si yo actúo pelando, mirando sólo los defectos a los demás, onda que la loca se va y los que se quedan ni esperan dos minutos para hablar mal de ella, es muy probable que sólo ese tipo de personas, ese tipo de energías, rodeen mi existencia.

Entonces a una le va como es nomás. Mi casa, mis amigos, la forma de ser de mis hijos, la forma de relacionarme con mis vecinos, la manera en que trato al conserje, a los cajeros, a lolo del supermercado, al curao que pide, al pobre que pide, habla de mi. Y eso son ondas energéticas, eso es dar para recibir, eso es la ley de la atracción. Terrible de papa.

El Karma, por su lado, no es un castigo, es un aprendizaje. Tiene que ver si uds creen o no en las vidas pasadas, o paralelas. Para mí son verdad, son una certeza. Y cuando me pasa que me encuentro con alguien que me agarra mala por razones que no comprendo, supongo que es energía que viene de otras vidas y aplico Hoponopono, para sanar desde el Amor y la responsabilidad. ¿Y qué gana una con eso?, se preguntarán. Humildad, que tanto me cuesta por la chucha.

Y así con el miedo poh. Y con los que meten miedo. No saen na que el Amor está ahí, esperándonos para llenarnos de luz y fe.

lunes, 10 de julio de 2017

Crónicas Chuchetas Espirituales 15: Terrible víctima.

Cuando miro para atrás mi vida, me da risa lo víctima que era, lo adicta que era al sufrimiento y lo ciega que estaba frente a mi realidad. Tanto color por tan poco. 

Es que odiaba mi vida y a mí misma, pero no cachaba eso. Porque la vida me llevaba nomas, las cosas pasaban, y yo, como buena víctima, no me hacía cargo de nada. Las cosas eran así, y yo puro sufría y puta que gastaba energía en eso.

Me demoré muchísimo tiempo en verlo. Al principio fue bien al peo, casi de casualidad. De hecho recuerdo mi cumpleaños número 33 (tengo 44 actualmente) como uno de los más felices y en donde sentía que podía hacer lo que yo quería, cosa que hice. Fue el principio de tomar mi vida por las riendas y hacer un poco lo que yo deseaba, sintiéndome más feliz y plena.

El tener a mi hija a los 36 también ayudó mucho. Eso de dejar de mirarse el ombligo y velar por otro te hace entender hartas cosas, aunque hay gente que hace lo mismo sin tener un hijo, así que el mérito es para mí hombrón que me insistió muchísimo para tener un hijo, porque a mí me daba miedo. Entera víctima.

Y ahora que no culpo a nadie de mi vida ni de las gueas que me pasan, me gusta harto. Porque tengo el poder de decidir cómo me siento, que me afecta o no, puedo poner a mis padres de verdad en mi corazón y darles las gracias por todo el amor que me entregaron y que siguen haciendo, o si alguien me enoja darme cuenta que le estoy pasando el poder a otro, y así poh, dueña de mis decisiones y de lo que genero a mi alrededor.

Es la raja dejar de culpar a otros, es la raja ser la dueña de mi.

Lo recomiendo por la chucha.

jueves, 6 de julio de 2017

Crónicas Chuchetas Espirituales 14: Sapeando Facebook.

En general hago ene cosas en el día, y no tengo mucho tiempo para navegar por Facebook, pa sapear las fotos y lo que la gente escribe. Pero como mi hija ha estado con un cuadro de parainfluenza y yo caí también un poco, tuve que suspender clases y dedicarme al ocio, con el cuerpo un poco adolorido eso sí.

Entonces navegué caleta por el Face, como le dicen algunos. Pude leer cómo la gente putea, juzga, reclama, se cree la dueña de la verdad, o se esconde en puras imágenes de la familia piloto.

Me parece la raja, si cada uno hace con su Facebook lo que se le antoja.

Lo que sí me llamó la atención es la cantidad de creencias que existen en torno a la vida espiritual o el ser espiritual. Le pongo cursivas con intención, porque ya somos seres espirituales con cuerpo humano, no hay nada más que hacer que vivir la vida nomás.

A lo que voy: leí cualquier meme de que ser espiritual es esto, lo otro y que blabla. Que es malo esto, que es bueno esto otro, que fluye, que aléjate, que suelta, que cree, que no cree, que esto sí y que esto no.

Chucha la gueá, pensé, ¿Y cuándo puedo ser persona, ah? Si a esa gueá vinimos poh, a vivir la vida. Ahora si a medida que voy sanando le pongo consciencia, bacán. ¿Cómo consciencia?, se preguntarán. (digo yo). Primero, salir de la victimización, de a poco, partiendo por nuestra historia familiar. Luego, entender que cada acto, palabra, pensamiento genera una ola de acción. Es decir que si vivo pelando, odiando, juzgando los demás, no se extrañe si su cosecha será algo parecido. Para este respecto,me gusta ese dicho: "Siembra vientos y cosecha tempestades".

A mi me gusta vivir la vida con consciencia, con discernimiento, y eso que igual me condoreo ene pal color que le pongo. Las cago igual, me enojo, rabeo, siento envidia, me dan ganas de mandar todo a la chucha. La diferencia es que eso no domina mi vida. Dejo que esas emociones fluyan en mí, pero no dominan mi día.

Y todo esto lo pensé de puro sapa.